Un estudio en España de 25 años (1991 al 2016) que analizó a 1.190 empresas, dedujo, entre otras cosas, que la robotización no destruye empleo, pero tampoco lo crea. Además que la inversión en la robotización y en la promoción de la innovación es una apuesta segura para las empresas industriales, así como el estudio también dice que aquellos empresarios vanguardistas aún hoy no saben muy bien cómo sacar todo el jugo que podrían a las potencialidades de la revolución 4.0.
Joan Torrent catedrático de Economía e investigador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, que publicó sus conclusiones en «Transformación digital y productividad de la empresa en Catalunya: hacia la industria 4.0?» en la revista Nota d’Economia. Dice que la innovación no se traduce en que los humanos pierdan su puesto de trabajo, sin embargo, tampoco encuentra evidencias de que una mayor inversión en tecnología consiga crear empleo.
La causa aparente del alboroto es que el empleo se desplaza en el tiempo, es decir, la tecnología puede destruir empleo a corto plazo, pero lo crea de otro tipo al cabo de un tiempo.
